Barça Hoy

No es un partido más

El de esta noche no es un partido más, no se trata de un encuentro entre un gigante que viene por una estrella más en su escudo y un partenaire que llega entregado y solo espera un milagro. Como dicen los sabios del balompié: una final se puede ganar de muchas maneras, pero se juega para ganarla”. Se trata de un encuentro entre dos estilos y dos campeones que buscan un doblete.

Para el Barça y para el Sevilla no es un partido más

Cada uno con su estilo ha tenido resultados y campeonatos. Uno en la mixtura de La Masía y la congregación de los mejores jugadores del mundo; el otro, con un presupuesto exiguo,  comprando lo mejor al precio más barato posible, para vender caro (si no que lo digan Alves, Adriano, Rakitic, Aleix Vidal, y otros tantos). Uno, el más rico, consiguiendo jugadores que rompen el mercado, superan records y forman precios estelares en el mundo; el otro jugando a las escondidas, fichando mucho y tratando de que se enteren lo menos posible aquellos que marcan el alza de los precios.

No es lo mismo llegar a la final del Calderón siendo el Barça que el Sevilla. Al primero la vara se la viven corriendo hacia arriba, tanto, que algunos triunfos memorables no llegan jamás a convertirse en gesta, que solo cosecha palos tanto si no juega como se espera  aunque gane, como si pierde aun jugando bien. Y por su lado el Sevilla puede jugar y ganar como le salga, porque tiene un rol diferente en la escala evolutiva del fútbol internacional. Y esto no es un desmedro hacia el equipo, sino por el contrario, una llamada de atención a los que niegan que el de esta noche no es un partido más.

De Johan Cruyff a estos tiempos, el Barça es hegemónico. Nadie pudo ganar tanto, ni tan seguido, ni tan bonito. El Sevilla no se detiene a cuidar las formas de su reinado, tiene su estilo, su manera de jugar y de ganar, que lo ponen entre los diez equipos más importantes del mundo, porque se le puede plantar a cualquiera y ganarle sin respeto a raza, credo o religión.

El de esta noche no es un partido más, es una gesta de estilos, de reinados, con similares voracidades aunque, cada uno a su manera, buscará a cara de perro alzarse con la copa y dejar tendido al rival. El doblete, para los dos rivales, es lo más importante.