La interpretación de los momentos

El Barcelona es un equipo que está hecho para atacar. Sin embargo, en la final de la Copa del Rey mostró que se puede adaptar a distintas situaciones y lo hizo con éxito.

En la primera etapa, el juego definitorio entre andaluces y catalanes se dio como todos esperaban. La pelota, en el campo del Sevilla y los jugadores del Barca presionando y rodeando a sus rivales. La expulsión de Javier Mascherano cambió totalmente el desarrollo.

Entre las cualidades que debe tener un equipo se encuentra la flexibilidad. No es excelente el que es ofensivo en todo momento, sino el que se da cuenta de las instancias. No siempre hay que ir para adelante.

Los de Luis Enrique lo tuvieron muy en claro y fue una de las virtudes que los hizo ganar la Copa del Rey. Cuando el Sevilla apretaba con todo, el director técnico decidió que ingresara Jeremy Mathieu y, de esa forma, reforzar la zaga central.

Es cierto que Iniesta, Messi, Suárez y Neymar no están acostumbrados a esforzarse por sacar el balón. Todo lo contrario. Pero, si es por el beneficio del conjunto, deben hacerlo.

Estas estrellas blaugranas supieron retrasar sus líneas, estar más atentos en los marcajes y fue así como el equipo aprovechó la manera de lastimar a su adversario: el contraataque. Lío Messi frotó su lámpara y habilitó a sus dos compañeros.

Seguramente no fue la manera más vistosa de ganar una final. Es muy probable que los “culés” hubieran preferido golear al Sevilla, como lo hicieron en otras oportunidades. Pero, el funcionamiento del domingo terminó para acallar las pocas críticas que quedaban.

El Barca de Luis Enrique es un equipo con todas las letras. Tiene talento y jerarquía. En ofensiva, es muy difícil que alguien pueda superarlo. Y, con lo visto en el Vicente Calderón, entiende los partidos e interpreta los momentos.

Así las cosas, el panorama a futuro es más que optimista. Con la continuidad de sus mejores jugadores y la incorporación de algún otro, los éxitos seguirán siendo azules y rojos.

Imagen: Prensa FCB