Un 30 de mayo de 2015, Lío Messi regalaba un tanto espectacular en la final de la Copa del Rey. Apilando rivales a pura habilidad, el argentino quedó en la historia.
Es común que Leo Messi haga goles y que sean lindos. Pero, esa noche en la final de la Copa del Rey hizo asombrar a todos. En el duelo definitorio ante el Athletic, mostró toda su habilidad en una jugada y dejó enloquecido al Camp Nou.
El partido estaba complicado. El comienzo fue intenso y el Barca no podía sacar diferencia. Sólo tenía un resultado para festejar y alzar el trofeo: ganar. Sin embargo, le estaba costando. Los grandes futbolistas, con Messi como máximo exponente, sirven para romper las defensas.
La Pulga tomó la pelota por la derecha y, en seguida, fue encerrado por tres rivales. Con un freno los desorientó y, luego, tiró la pelota por el costado. No había lugar para escapar, pero él lo hizo. Mágicamente, siguió su camino,
Los de camiseta roja y blanca intentaban detener al chiquito de camiseta 10. Hasta uno lanzó una patada criminal, que si lo golpeaba era para expulsión directa. Leo lo salvó con su velocidad, ya que el foul no se cometió.
Entrando al área, no se puso nervioso. Un contrario lo miraba a los ojos y parecía tener controlado el asunto. Leo se acomodó para su zurda y sacó un fuerte remate al primer palo del arquero. En ese instante, el Camp Nou explotó de alegría y de sorpresa.
En nueve segundos, Messi puso en la mesa toda su magia. Ese tiempo le bastó para juntar y dejar en ridículo a cuatro integrantes del equipo del Athletic de Bilbao. Aunque en ese momento todos conocían la clase y el talento que tenía, nadie pudo evitar gestos de admiración.
El valor agregado es que lo hizo en una final. En los partidos que dicen que él se achica y rinde menos, mostró esta joya. Ese día, el Barca ganó 3 a 1 y se quedó con la copa. Pero, ese día, también será recordado como el brillante gol de Leo Messi.