Cuando llega el momento de la renovación de cualquier contrato, aparecen distintos intereses en pugna y por lo general existe un tiempo de toma y daca hasta que se llega al acuerdo final. Esto es lo normal. Pero cuando ponemos la palabra Messi en el texto, todo asume un tamaño gigantesco, los ojos del mundo miran hasta la letra chica, y las estrategias quedan a la vista para todas las partes.
Leo no está pensando en este momento en la renovación de su contrato
La ingeniería jerárquica del contrato de estrellas como Messi, tiene medidas absolutas y medidas relativas. Por pura estrategia, el contrato de Leo no será cerrado hasta que se fijen las condiciones de la renovación de Neymar, que está en el tramo final.
Por diferentes motivos, la renovación de Leo Messi va a llevar un tiempo. Josep María Bartomeu quiere lograr una ampliación del contrato del futbolista al que restan todavía dos temporadas. Hasta el momento no se ha efectuado ningún movimiento en este sentido. El jugador no recibió ninguna oferta, ni se le han comentado intenciones en cuanto a duración del nuevo compromiso, remuneración y beneficios.
Mientras tanto el “Pulga” está en estos momentos disputando la Copa América y no quiere desenchufarse del objetivo de su selección; no parece prudente acercarle documentación, que en verdad puede esperar.
Leo no tiene ningún apuro por renovar su contrato, porque le quedan dos años por delante. El futbolista se siente a gusto en el Barcelona, aunque el juicio al que ha sido sometido por presunto delito fiscal, lo ha dejado muy perturbado.
Escuchar al abogado del estado tildarlo de mafioso a él y a su familia fue un golpe bajo, que el futbolista necesita asimilar y todavía queda por ver cuál será la sentencia. Por eso, su aislamiento de Barcelona y la posibilidad de tener la mente enfocada solo en la Selección Argentina, son un bálsamo que el futbolista querrá aprovechar.
En los últimos días, empezó a correr la noticia de que las conversaciones entre ambas partes ya habrían comenzado, algo incomprobable si es que no sale directamente de la voz de los protagonistas.