El seleccionado argentino venció anoche al panameño en el partido por la Copa América Centenario con un majestuoso Messi que trajo luz al equipo. Le metió 5 goles, pero el resultado es bastante mentiroso, hasta que Leo trajo la luz, los argentinos estaban enredados y sin ideas.
Quedó claro que sin Messi, Argentina es un equipo normal
Jugó solo 29 minutos, pero fue tan determinante, que marcó en el partido un antes y un después con su ingreso. Le bastaron 19 minutos apenas para cargarse un hat-trick.
Dijo el técnico panameño Bolillo Gómez al término del encuentro: “Cuando se paró Messi, pensé: ‘¿cuánto falta?, faltaban 29 minutos“, relató el técnico colombiano, sobre el momento en que el capitán argentino ingresó al campo, cuando los dirigidos por el Tata Martino se imponían apenas 1-0 y el partido no estaba cerrado.
Dijo el entrenador de Argentina, Gerardo Martino: “No puedo decir nada. Lo disfruto tanto como ustedes”
La crónica fría del partido diría que en Chicago, Argentina aplastó 5-0 a Panamá. Otamendi abrió la cuenta y Agüero la cerró, solo que en el medio sucedieron cosas. Cosas relacionadas con un crack rosarino que regaló un recital de magia que duró media hora y que sirvió para poner al equipo de Martino en cuartos de final.
Con el ingreso de “el Pulga” se torció una historia que estaba complicada, con un equipo que daba vueltas y no lograba desanudar la trama que le tejía la escuadra de Bolillo en torno al área. Un gol no era diferencia y una escapada heroica podía asestarle el empate y generar que se fueran del estadio con la hazaña de arruinarle el partido a la Argentina con un hombre menos.
Cuando Messi entró, trajo consigo la luz. Tomó una carambola por una salida imperfecta panameña que pegó en la cara de Higuaín, y dejó solo a Leo cara a cara con el portero, y como era de esperar puso el 2 a 0. Minutos después tiene un tiro libre que lleva la pelota como un pájaro a la red. Y el Hat-trick se cierra con otra resolución con clase por el centro del área. Majestuoso, Messi volvió para tranquilidad de todos, con su magia intacta.
Foto Galería diario Clarín