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Luis Suárez aclara para que no oscurezca

Luis Suárez

En conferencia de prensa, Luis Suárez dio la cara y se sometió a todas las preguntas que le arrojaron, y hasta se dio el lujo de extenderse mayor tiempo del establecido para que todo quedara bien en claro.  El uruguayo confirmó que estaba lesionado: “Menos mal que no me hizo caso”, y que la calentura era “por la impotencia de no poder hacer nada, de no poder ayudar a mi país queriendo jugar, no iba contra el técnico”.

Fue noble que Luis Suárez realizara una autocrítica pública

Era necesario que Luis Suárez saliera a aclarar el lío que se produjo en el tramo final del partido entre Uruguay y Venezuela, que lo mostró a las cámaras de la televisión mundial, golpeando el panel del banquillo como un exacerbado reclamo al Maestro Tabárez que le negaba salir a jugar.

Luis Suárez

“Quiero aclarar muchas cosas dichas que no son verdad. Yo no estaba ni al 90 por ciento para jugar. Sabía que no podía, aunque sí estaba disponible”.

“No es verdad que estuviera descartado. Estoy agradecido al Maestro porque hubiera sido peor entrar al campo. Estaría ahora lamentándome por las esquinas. Esta lesión del músculo de atrás te engaña mucho. Parece que estás bien y luego te da el tirón”.

Respecto del golpe al panel del banquillo aclaró: “Mi calentura viene por la impotencia de no poder hacer nada, de no poder ayudar a mi país queriendo jugar, no iba contra el técnico. Si él me ponía, yo salía, porque por Uruguay lo hago todo, pero estaba lesionado. Yo me quería meter, pero el problema era mío, no del Maestro, al que siempre le agradeceré que me sepa llevar. Y no le di un puñetazo al banquillo. Di 38 golpes, pero en la tele sólo salió uno. Estaba caliente”.

Tuvo también un párrafo para su lesión: “Tanto para el Barça como para Uruguay, la idea es arrancar la pretemporada bien, a tope. Si hubiéramos tenido opciones de pasar, este tercer partido ante Jamaica era el elegido para arriesgar. Ahora ya sólo nos jugamos el orgullo. No estoy descartado, pero no lo veo. Debo esperar a curarme del todo y a que tenga el alta médica”.

Y dejó conceptos sobre la conducta esperada del Barça: “Es un disparate decir que el Barça me impidió jugar. El club era el primero en saber la gravedad de mi lesión y agradezco la confianza en dejarme venir aquí y dejarme decidir, junto con los médicos uruguayos, cuándo debía jugar. Sabían que yo no iba a arriesgar”.