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Piqué con la gente en el bolsillo

Los silbidos le dieron comienzo a una tarde que se anticipaba extraña y compleja, desde el mismo momento en que se anunciaba su presencia en el once inicial; el destinatario era el defensa central del Barça, Gerard Piqué. Tuvo que lidiarla con abnegación y buen juego. Milagrosamente, casi dos horas después, los silbidos se convirtieron en ovación, cuando Piqué marcaba el gol que lo trasformaba en héroe.
Un soplo de aire fresco para Piqué
El defensa central azulgrana logró desbaratar la férrea defensa checa y anotó un gol inolvidable que fue a celebrar con la gente que lo ovacionaba, los mismos que antes lo silbaron sin un motivo concreto. Piqué se entregó al festejo sin recriminaciones, sin rencor, por los últimos meses en la selección que carecieron de mimos y buen trato de parte de la afición.
Sus compañeros festejaron con él. El gol llegó justo a tiempo cuando todo estaba escrito. Se apiñaron felices y lo compartieron todos juntos, demostrando que si algo tiene este equipo, además de fútbol, es una identificación con el color y con la mística construida en la última década.
Gerard Piqué buscó en la tribuna a sus hijos y les dedicó el gol. Terminado el partido, el defensa fue a por sus pequeños, los llevó al vestuario y después se puso a jugar con ellos sobre el mismo césped en que acababa de pasar del silbido a la ovación.
El gol del blaugrana rompió con una maldición, la del 13 de junio. La selección jamás había podido ganar antes en un partido jugado en esa fecha.
El 13 de junio de 1963, España sufrió la peor derrota de su historia como local: 2-6 contra Escocia. El 13 de junio de 1990 empató a cero con Uruguay en el Mundial de Italia. El 13 de junio de 1998 cayó derrotada contra Nigeria por 2-3 en la apertura del Mundial de Francia. El 13 de junio de 2000 fue el día en el que Molina erró ante Noruega (0-1) en el primer partido de aquella Eurocopa.
Piqué declaró ante Mediaset: “Hemos generado ocasiones. Queríamos ganar porque sabíamos que es muy importante empezar ganando. Tuve la suerte de marcar pero todos los compañeros han estado fenomenal.”