Messi y nada más

Acaba de convertirse en el goleador histórico del seleccionado argentino, anotó un gol y puso con sus asistencias a Lavezzi y a Higuaín solos frente al portero, movió al equipo propio y al rival, y hasta se tomó en gracia que un fanático desafiaría la vigilancia y se pusiera a sus pies solo para conseguir la firma en su camiseta; solo hablamos de Messi y nada más.

Aunque el partido no se trató de Messi y nada más

Como lo explico. No fue solo un concierto del seleccionado argentino, sino además un recital de su solista principal. Hizo un gol, con un tiro libre que superó la línea del travesaño y luego se puso como el sol tras la montaña, en el ángulo izquierdo del arco, dejando desairado al guardameta estadounidense que no sabía si llorar o admirarse de donde le embocaron el balón.

“La tiré ahí. Después, que entre es otra cosa. Pensé que el arquero iba a dar el pasito. Entró justo la pelota y fue muy lindo”. Esto dijo Lionel consultado al término del partido en la zona mixta.

La letra fría de la estadística dice que ese gol convierte al mejor jugador del mundo en el artillero histórico del seleccionado argentino, tomando un cetro que antes fue de Batistuta. 55 tantos en una selección que está considerada por la FIFA como la número uno.

“Estoy feliz de pasar el récord de Batistuta y agradecido a mis compañeros. Esto es gracias a ellos también”. Tal el comentario que hace Leo cuando el periodista le hace referencia al hito que acababa de superar.

Su gestión es tan concluyente que le sirvió goles a Lavezzi y a Higuaín, pero no como una casualidad, en un momento fugaz del partido, sino por determinismo futbolístico. Estaba escrito que iba a pasar, por cómo se daban las cosas.

La letra fría de la estadística dice que con estas dos asistencias suma 36 en su historia, incluso ha sido el servidor de 10 de los 31 goles que convirtió el “Pipa” en el seleccionado.

Otro récord que se supera, otro partido maravilloso, que se puede sintetizar con un Messi y nada más.

Foto: Ole