La selección argentina es finalista, por mérito propio y por méritos de Messi, tras derrotar a Estados Unidos con goles de Lavezzi, Messi e Higuaín (2). El de Leo, un tiro libre de antología.
Finalista por minimizar a los rivales, y porque Messi está inspiradísimo
El domingo, Argentina podrá o no ser campeón, pero no caben dudas de que es el mejor equipo de la Copa América. Tendrá que legitimarlo en la final, pero se la ve en un nivel superior al de Chile, equipo al que le ganó en el debut, y al de Colombia que tiene algunos rasgos de inmadurez todavía.
El equipo de Messi tiene solidez defensiva, posesión, rotación y apetito ofensivo. El plan de Martino se cumplió a la perfección. Leo superó el récord de Batistuta con un gol de tiro libre al ángulo, para dejar impreso en la antología de los mejores chuteadores, un gol más grande que el partido ganado, que será recordado por encima del paseo futbolístico que argentina le dio a EEUU.
Lavezzi abrió el marcador con un buen cabezazo después de una asistencia de Messi a lo Iniesta. Y ya que hablamos de asistencias, en un acto de generosidad le cedió el tercero a Higuaín a quien dejó cara a cara con el portero. El “Pipita” completó el 4 a 0 con un doblete que llegó con pase de Lavezzi.
Y los barcelonistas de parabienes, ya que Mascherano repitió otra gran actuación desde su liderazgo, su lectura del juego, y hasta recibió un pase a Leo que lo dejó cara a cara con el portero y casi se le da el gol. Otra figura fue Banega, con un nivel superlativo, fue el socio ideal de Leo e hizo rotar a todo el equipo, manejando los hilos como hizo en todos los partidos de esta copa.
La única nota negativa de la Selección Argentina fue un vendaval de lesiones que ocurrieron en pocos minutos. Augusto Fernández se fue con un desgarro, Marcos Rojo con una contractura y el Pocho Lavezzi con el radio quebrado tras una caída muy fea.
Argentina es el mejor porque maneja todas las facetas del juego. Tiene una estrategia si el primer plan no sale. Puede jugar de contra ataque, presionar en tres cuartos, utilizar variantes, apetito ofensivo… Y también tiene a Messi. Por todo eso es finalista y si se dan las cosas probablemente corone con lo que tanto merece.
Fotos: Mundo Deportivo “MD”