Han sido muy pocas las excepciones en que estrellas brasileñas consiguieran un éxito perdurable en Europa y para Neymar poder cambiar la historia es todo un desafío.
Todo para cambiar una larga tendencia
Resulta una norma histórica en Europa que un crack brasileño que llega, suele necesitar alguna temporada de trampolín en un club menor antes de dar el salto a un equipo grande. Luego del salto, inevitablemente, no tendrá un largo recorrido, al menos eso ha ocurrido hasta aquí. El desafío al que se enfrenta Neymar en el Barça, al que llegó en 2013 y en el que está firmando su extensión de contrato hasta 2021, radica en ser el primero en cambiar el sentido de la historia.
Algunos indicios viene dando y sus tres primeras temporadas como azulgrana invitan al optimismo: 85 goles, 141 partidos, ocho títulos, dos Ligas, una Champions League y un Mundial de Clubes.
El crak brasileño escribió en las redes sociales al rubricar el nuevo contrato con el Barça por cinco años más: “¡Muy feliz de continuar viviendo este sueño!”.
El estilo brasileño ha triunfado en el viejo continente, pero los jugadores considerados “estrellas”, no son tantos y no duran mucho tiempo. Los futbolistas de mitad de cancha hacia adelante que lograron echar raíces en Europa, excepcionalmente han mantenido un rendimiento sostenido a la altura de su prestigio.
En el Real Madrid, tiene algunos ejemplos brasileños que no resistieron como Robinho, que fue presentado como el heredero de Pelé en 2005, y pasó sin pena ni gloria para terminar transferido al Manchester City en 2008. Sólo Ronaldo Nazario estuvo en el Madrid al nivel de su expectativa, con 104 goles en 177 partidos entre 2002 y 2007, pero aun así nunca alcanzó el relieve de su único año como jugador del Barça, en la temporada 1996-97, en la que anotó 47 goles.
El fenómeno Didí fue uno de los primeros fiascos de la importación del talento brasileño a Europa. En 1959, Santiago Bernabéu intentó armar una dupla histórica junto a Alfredo di Stéfano en el Real Madrid, pero el experimento fracasó por la falta de adaptación del virtuoso delantero brasileño.
Hay una larga lista de ejemplos pero Neymar parece haber llegado para dar vuelta la historia.