El arquero del Barcelona le presentó la Copa América Centenario a todo el público chileno. El portero fue de menor a mayor y terminó siendo fundamental para el triunfo de la Roja.
Mientras algunos jugadores están descansando y otros participando de la Eurocopa, Claudio Bravo tuvo una jornada que jamás olvidará. En el festejo de la selección de Chile, levantó el trofeo que tanto costó en la victoria ante los argentinos.
Aproximadamente 40.000 chilenos se juntaron en el Estadio Nacional de Santiago para disfrutar de un evento a toda fiesta. Aunque sólo estuvieron seis de los 23 futbolistas ganadores, el guardameta culé dijo presente.
El capitán estuvo junto a sus compañeros Eduardo Vargas, Jean Beausejour, Nicolás Castillo, Gonzalo Jara y José Pedro Fuenzalida. Con la gente, cantaron, saltaron y festejaron de una alegría totalmente merecida.
Anteriormente, fueron saludados por la presidenta del país sudamericano, Michelle Bachelet, quien con la ministra de deporte, Natalia Riffo, se mostraron muy agradecidos a los hombres que repitieron la hazaña del año pasado.
Claudio Bravo no había comenzado bien la Copa América Centenario. En el primer duelo ante Argentina fue criticado por el gol de Ángel Di María, ya que muchos periodistas y fanáticos decían que pudo haber hecho algo más.
Luego, lo responsabilizaron también por dos tantos sufridos frente a Panamá. Allí cometió una salida en falso y luego una débil respuesta a un cabezazo. La confianza estaba por el piso y los cuestionamientos se multiplicaron.
Sin embargo, el número uno sacó toda su experiencia y jerarquía. A partir de eso, la situación fue totalmente distinta. Le dio seguridad a sus compañeros y hasta los salvó en circunstancias totalmente negativas.
Sin ir más lejos, en la final ante los argentinos tuvo un brillante desempeño. Atajó una pelota clave en los últimos minutos y después se lució en la tanda de penales, deteniendo el remate de Lucas Biglia.
Todo el pueblo catalán tiene que estar contento, ya que su arquero está feliz y se lo vio disfrutar ante la gente de su país. Después de un descanso, lo esperan en la ciudad para volver a sumarse a su equipo.