Hace mucho tiempo que Leo no puede tomarse unas vacaciones tranquilos. Ahora, tiene que lidiar con la renuncia en la selección argentina y los problemas judiciales en España. Hay preocupación en Barcelona por su situación.
Por las alegrías que genera en la gente y por las clases de fútbol que demuestra cada fin de semana, uno de los que merece vacaciones es Leo Messi. Por su salud y por su bien, le hace falta un descanso sin pensar en nada. Con su familia, lejos de los problemas y de las críticas de cualquier tipo.
Hace mucho tiempo que no lo puede lograr. Las lesiones, el calendario ajustado y los reproches lo tienen a maltraer. Después de la Copa América Centenario pensaba tomarse unos días tranquilo con sus seres más queridos. Pudo viajar a las Bahamas, pero, lamentablemente, sin desenchufarse del todo.
Luego de la competencia que dejó a Argentina segundo, la Pulga, en caliente, se cansó. Dijo que no tenía más ganas de jugar con el seleccionado y que su ciclo había llegado a su fin. Esto generó una gran reacción de la gente albiceleste, que le pedía a los gritos que replanteara su decisión.
Una vez instalados en las playas de Bahamas, salió la noticia de la condena recibida junto a su padre por la supuesta evasión: 21 meses de cárcel. Es poco probable que Leo tenga que estar tras las rejas, pero a cualquier persona lo incomodaría esta situación y le generaría mucho estrés.
La pretemporada con el Barcelona está pronto a comenzar y lo espera una temporada demás exigente. Habrá muchos viajes, demasiados torneos y partidos. Nadie discute lo que puede dar el rosarino con la pelota, pero también en el club lo quieren ver bien anímica y físicamente.
Aunque hay preocupación por su estado, esperan que pueda descansar lo máximo posible, que se reencuentre con sus familiares y que vuelva de la mejor manera. Allí, en la ciudad donde es dios, será recibido con los brazos abiertos.