En el mundo blaugrana ha sonado mucho el nombre de Ángel Correa, un delantero argentino que se destaca por su habilidad, su velocidad y sus goles. Conocé cómo llegó a jugar en el Atlético Madrid.
Todos sueñan con jugar en el Barcelona. Seguramente, en sus inicios en Rosario, Ángel Correa imaginaba estar en un estadio repleto con las máximas figuras. El Camp Nou cumple con esos requisitos y, además, el Barca tiene enormes estrellas.
Un 9 de marzo de 1995 nació en la misma ciudad de Messi. Sin embargo, es fanático del club contrario a la pulga. Su cuerpo tiene tatuado el escudo de Rosario Central, institución donde alguna vez prometió jugar.
En un barrio humilde, se crió con una pelota al lado. No vivió en las mejores condiciones socioeconómicas, pero, con mucho esfuerzo, pudo cumplir sus objetivos y ayudar a toda su familia y seres queridos.
De muy chico rozó con las desgracias de la vida. A los 10 años se quedó sin su padre y a los 12 le tocó presenciar la muerte de un hermano. “Tuve una infancia muy dura. Por eso, estar en lugares privilegiados me pone muy feliz”, comentó en una nota periodística.
A su vez, en medio de su exitosa carrera deportiva, tuvo que enfrentar el quirófano, poniendo en riesgo su persona. Un problema en el corazón hizo que se detuviera su temporada y dejara de lado el fútbol.
Todo salió bien y ahora los amantes de este deporte pueden continuar viendo las gambetas y las “guapeadas” de Ángel Correa. Lleva el potrero en su sangre, como Diego Armando Maradona, y sueña con desplegar su magia en el Camp Nou.
No será nada fácil para el Barca hacerse de este jugador. Aunque no tuvo muchísimos minutos en el Atlético Madrid, es muy considerado por el Cholo Simeone y el entrenador conoce lo que puede dar.
Sin embargo, en la institución blaugrana se ilusionan con este futbolista, que es un ejemplo de humildad, sacrificio y lucha.