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Samuel Umtiti ilusiona a la afición culé

Samuel Umtiti

El flamante defensa del Barcelona, Samuel Umtiti, brilló en la semifinal contra Alemania, con jugadas al límite del propio arco, salvadas providenciales y mucha solidez, que lo convirtieron en la otra figura del encuentro (Griezmann se llevó todos los laureles).

Se ha ganado un crédito Samuel Umtiti

Samuel Umtiti brilló en la defensa del combinado francés, a pesar de la difícil tarea y el desafío que supone medirse con los campeones del mundo. El hasta hoy zaguero del Olympique Lyonnais tuvo una salvada providencial frente a Thomas Müller y fue determinante para alejar el peligro en varias jugadas de la escuadra germana. Umtiti se mostró muy sólido durante todo el partido en el eje de la defensa junto a su compañero en la zaga Laurent Koscielny.

El entrenador de Francia Didier Deschamps se jugó un pleno a ganador este jueves, cuando decidió mantener como titular a Samuel Umtiti, en lugar de devolverle la titularidad al sevillista Adil Rami, que estaba a disposición una vez cumplida la sanción que lo había dejado afuera en la jornada anterior.

El resultado le dio la razón a Deschamps, cuando el flamante zaguero central del Barcelona se despachó con una actuación inolvidable: Samuel Umtiti fue junto con Griezmann, una de las figuras rutilantes de la semifinal en la que la Selección de Francia derrotó a su similar de  Alemania, por 2 a 0. Ahora, el camerunés nacionalizado francés se ha comprado una plaza como titular para la final que se disputará el próximo domingo, contra la Selección de Portugal.

El camerunés fue protagonista principal del gran encuentro de la selección francesa. Ha tenido una actuación que llena de ilusión a la afición culé, que observó sus cualidades técnicas y su buen pie para entregar el balón con criterio en muchos pasajes del partido. Un buen pase suyo al senegalés naturalizado francés Patrice Evra, terminó en una jugada lujosa de Antoine Griezmann que generó una ovación en las gradas azules del estadio Velodrome.

Umtiti fue uno de los artífices de la victoria francesa, una selección que sabe a qué juega y con quién, y sueña con ganar el domingo la tercera Eurocopa de su historia. Las otras dos, fueron en 1984, también como local, y en 2000 en Rotterdam.