El defensor belga sólo saldrá de la institución blaugrana si un club pone en la mesa diez millones de euros. De lo contrario, seguirá en el Barcelona, ya que los dirigentes catalanes no quieren perder la inversión que se realizó por él.
Thomas Vermaelen no ha pasado una gran temporada en su club. Ha jugado poco y su futuro tampoco es alentador. Tiene mucha competencia en su puesto y no tanta consideración por parte del director técnico, Luis Enrique. Por eso, en el Barca lo tienen como transferible, pero no lo regalarán.
En Agosto de 2014, las autoridades azulgranas pagaron 19 millones de euros al Arsenal para quedarse con el jugador. Fue una decisión importante, pero se trataba de un futbolista de mucha calidad, que generaba grandes esperanzas. El fútbol tiene estas cosas, donde nadie puede asegurar un rendimiento.
Las cosas no le han salido del todo bien. Tuvo pocos minutos en el equipo plagado de estrellas. Las lesiones le jugaron una mala pasada y quedó muy relegado. Tal es así que una de las posiciones que el entrenador pidió reforzar es la suya: la de defensor central.
Con la reciente incorporación de Umtití, las titularidades de Javier Mascherano y Gerard Piqué, y la presencia de Jeremy Mathieu, ese sector está más que completo. Es cierto que habrá mucha competencia, pero el belga no tendría un lugar protagónico.
Por este motivo, lo que quieren hacer desde la comisión directiva es recuperar una parte del dinero que se puso sobre la mesa, cuando soñaban con tener un hombre que se calzara la azul y roja y le diera alegrías al mundo culé. En este sentido, no lo dejarán ir, al menos que aparezca una oferta de diez millones de euros.
Lo mejor para todos será que exista una propuesta de alguna insitución, que le permita al Barca acomodar las finanzas y le asegure al jugador más continuidad para demostrar lo que es capaz de hacer.