Pasan los torneos y los años, pero el cerebro Iniesta continúa sorprendiendo a todo el mundo del fútbol. Ahora, el crack culé se prepara para continuar levantando trofeos con el club.
El cerebro Iniesta
En Barcelona, la mitad de cancha tiene dueño, nombre y apellido. Desde hace tiempo, Andrés Iniesta tiene la idolatría y la admiración de todo el pueblo azulgrana, que disfruta de su juego cada fin de semana.
No suele hacer lujos al estilo de Ronaldinho o Messi. Sin embargo, con una simpleza increíble, maneja los hilos de los partidos. De esta forma, conecta a los delanteros con los mediocampistas y hace funcionar a su equipo.
Por su inteligencia y su rapidez mental, le pusieron el sobrenombre de “cerebro”. Es la aduana del conjunto, por donde tiene que pasar la pelota. Parece esos juegos donde debe tocar el balón para que valga el gol.
También hay que destacar su humildad fuera de la cancha. No es de esos jugadores individualistas, que prefieren anotar antes que el triunfo colectivo. Nada de eso. Hace maravillas en el verde césped y luego agradece a sus compañeros.
En su club se transformó en un dios. Más allá del afecto que le tiene la gente al tridente, después viene Andrés Iniesta. Siempre es ovacionado y en las redes sociales no se cansa de recibir muestras de afecto.
A su vez, cuando le toca jugar en el seleccionado nacional también se convierte en figura. Lo demostró en la última Eurocopa, cuando su equipo no hizo una buena competencia. A pesar de esto, fue el futbolista español de mejor nivel.
Ya es común observar esas magníficas fotos donde se lo ve rodeado de rivales, como si fuera un videojuego. Cada vez que pisa la pelota, cuatro o cinco contrarios hacen lo imposible para sacársela. Nadie sabe cómo, pero se las arregla para salir y dejar mano a mano a uno de los suyos.
Los hinchas blaugranas tienen que estar contentos de poder disfrutar a uno de los mejores jugadores de fútbol. Esta temporada estará y seguirá brillando en el Camp Nou.