Hace mucho tiempo que la “Verdeamarella” necesita ganar un título. Por eso, el equipo se está preparando duro para los Juegos Olímpicos. La gente confía en su estrella: Neymar, la ilusión brasileña.
Neymar, la ilusión brasileña
Cada vez que empieza una competición internacional, todo el pueblo brasileño sueña con levantar el trofeo. Ya lo han hecho muchas veces, pero, por la atracción que sienten por este deporte, la ilusión se renueva una vez más.
En el último tiempo no le ha ido muy bien. Con cambio de director técnico incluido, tienen la obligación de hacer un buen papel. Encima, los Juegos Olímpicos se desarrollan en su territorio, por lo que los jugadores tendrán una presión extra, como ya lo tuvieron en el Mundial de 2014.
El Barcelona estará atento a lo que pase con la “Verdeamarella”. Allí jugará una de sus principales figuras, que arregló su continuidad y extendió su vínculo. Por eso, todo el pueblo culé mirará los partidos e hinchará para que le vaya de la mejor manera.
El problema del país sudamericano es que todo gira en torno a él. Neymar es la ilusión brasileña, pero depender mucho de su persona puede generar un peligro. Si le pasa algo, se lesiona o lo suspenden, le costará demasiado poder encontrar un funcionamiento adecuado para llegar al triunfo.
Es cierto que el talentoso delantero llega de en forma óptima. No ha participado de la Copa América Centenario, donde sus compañeros no hicieron una buena competición. Está descansado y con ganas de alcanzar la gloria. A partir de Agosto tendrá la posibilidad de hacerlo.
No es necesario aclarar que Neymar Junior tiene toda la capacidad para ser el líder y la carta de victoria del equipo. Lo ha demostrado en el Barca, aunque no ha explotado todo su potencial. Con pinceladas y extraordinarios encuentros, puso en la mesa todo lo que es capaz de hacer.
Al igual que le pasa a Messi en Argentina, hay que esperar cómo rodean al jugador, para ver cuáles son sus chances de éxito. Mientras, sus compatriotas sólo piensan en una cosa: Neymar, la ilusión brasileña.