La humildad del ídolo

Leo Messi hace magia y maravilla a todo el pueblo blaugrana. Pero, además, es el ejemplo de muchos que destacan una gran capacidad: La humildad del ídolo.

La humildad del ídolo

En el fútbol actual, es muy común observar a distintos jugadores festejando los goles individualmente y priorizando su rendimiento sobre el del equipo. Lionel Messi es una de las excepciones y lo demuestra cada fin de semana.

La Pulga se pone el traje de ídolo y no se lo saca nunca. Adentro del campo de juego absorbe la responsabilidad y le saca presión a los compañeros. Es él quien tiene que llevar la pelota y hacer cosas inimaginables con la pelota.

Además, cuando está lejos del verde césped también es un referente. Más allá de la problemática con la Justicia española, no se le conoce ningún escándalo. No se lo ve en los boliches ni aparece en la televisión peleándose con otros.

El rosarino eligió el perfil bajo. Cuando le preguntan sobre sus goles o sobre sus partidos, prefiere otorgarle el crédito a los integrantes del plantel, a aquellos que lo acompañan y le hacen pasar mejores ratos.

En un deporte tan competitivo, no es algo de todos los días. En muchísimos equipos hay competencias y duelos de egos, donde el único perjudicado son los resultados y los aficionados. Por eso, es necesario destacarlo.

La humildad del ídolo también se refleja en el momento en que los hinchas se le acercan para pedirle un autógrafo o una foto. Sin poner cara de enojado, se toma su momento para hacer feliz a la otra persona, que espera con ansias cumplir su sueño.

Es más, el otro día, descansando en Ibiza, un hombre nadó hasta llegar a su yate. Más allá de que Leo quería privacidad y pasar un instante con su familia, accedió al pedido del fanático.

El número diez es el mejor con la pelota, pero se transformó en un ejemplo de los chicos. Para que todo sea algo mejor, deben mirar todas las acciones del referente y crack.