El Barcelona cerró su etapa de preparación con una caída dolorosa. El Liverpool lo superó y lo goleó 4 a 0 en Wembley. Luis Enrique preocupado: Derrota y alarma.
La peor imagen: Derrota y alarma
Los primeros dos amistosos de la pretemporada habían sido buenas presentaciones. Si bien se evidenciaron fallas defensivas, las grandes actuaciones de los de arriban silenciaron las críticas. Sin embargo, hoy fue un mal papel colectivo.
Desde el primer minuto se vio al Liverpool más metido en el partido. Sus jugadores tomaron el control de la mitad de la cancha y a partir de allí crearon las situaciones. Ter Stegen, el arquero titular, sufrió desde el arranque.
Después del primer tanto de los ingleses, el Barca tuvo una leve mejoría. Pudo empatar el encuentro, pero sus atacantes no estuvieron finos. A pesar de todo, Lionel Messi se mostró como siempre: indomable.
Al desaprovechar las oportunidades, los Diablos Rojos liquidaron el encuentro. En la segunda etapa golpearon fuerte y se pusieron 3 a 0. Como los otros duelos de preparación, se vieron errores defensivos y su adversario no lo perdonó.
Aunque ingresaron alguna de las figuras culés, como Iniesta o Piqué, nada cambió. El desarrollo continuó de la misma manera y los locales pudieron aumentar el resultado a 4 a 0, que en ese momento se convirtió en goleada y humillación.
Si Luis Enrique quedó algo preocupado luego de los juegos ante Celtic y Leicester, ni hablar ahora. En Wembley, el Barcelona no pareció ser el mismo equipo que se quedó con el doblete. Siguen las falencias y los atacantes no pudieron hacer de las suyas.
Queda poco tiempo para la Joan Gamper ante Sampdoria. Tendrá una muy buena oportunidad para cambiar la imagen y cambiar el ánimo. El objetivo principal sigue siendo la Supercopa de España, frente a Sevilla.
No deja de ser un amistoso. Pero, más allá de eso, preocupa. Un 4 a 0 en contra marca algo, deja rastros. Es un cachetazo y una alarma. Será cuestión de aprender los mal hecho y mejorar para que haya una temporada a puro festejo.