Barça Hoy

El Espanyol se quedó con la Supercopa de Catalunya

El equipo culé presentó muchos jugadores del Barsa B y perdió 1 a 0 en un aburrido partido. El Espanyol se quedó con la Supercopa de Catalunya con gol de Felipe Caicedo. 

Con gol de Caicedo el Espanyol se quedó con la Supercopa de Catalunya

El Espanyol se adjudicó la segunda edición de la Supercopa de Catalunya, después de que el Barça la ganara en 2014.

Un solitario gol de Caicedo a los 10 minutos de partido bastó para que el conjunto blanquiazul le ganara al Barça el primer derbi de la temporada.

El equipo de Luis Enrique, con solo seis jugadores del primer equipo y muchos canteranos, puso el fútbol pero pecó de profundidad y de ocasiones claras para poder remontar el encuentro.

Jordi Masip, Mathieu, Denis Suárez, Andrés Gomes, Arda Turan y Alcácer fueron los que jugaron de entrada más cinco chicos del Barsa B.

Un equipo que la verdad fue competitivo pero no llevó peligro a la puerta de Roberto hasta el segundo tiempo. 

A falta de espectáculo en el campo, los 12..810 aficionados que se dieron cita en el Nou Estadi, decidieron montarse la fiesta por su cuenta y empezaron a hacer la ola en los últimos minutos de la primera parte.

De los cinco del filial que Luis Enrique puso de inicio, Nili dio muestras de que puede ser recambio de Sergi Roberto en el lateral y Marlon dio buenas muestras en el eje de la zaga, igual que Carbonell y Aleñà en la media.

En la segunda mitad, el Barça buscó el gol del empate, pero se topó una y otra vez ante un Espanyol muy bien plantado sobre el césped. Con el 0-1 en el marcador, los de Quique esperaron atrás y esperaron un fallo del Barça para salir a la contra, pero sin peligro.

En el minuto 61, un gran centro de Aleñà no pudo ser rematado por Alcácer, que trató de tirarse al suelo pero no llegó a conectar con el balón. Un disparo cruzado del lateral zurdo azulgrana Moisés y otro del derecho Nili fue todo el bagaje ofensivo del Barça en la segunda parte.

Muchos cambios, tanto Quique como Luis Enrique aprovecharon al máximo su banquillo, pero en la segunda mitad muy poco fútbol. De hecho, la grada no hizo ni el amago de repetir la ola ante el aburrimiento que se veía sobre el césped.

Fue una oportunidad para el técnico culé de ver jugadores de la cantera ante las lesiones que vienen azotando al primer equipo.