Los dos se quieren y se necesitan, el futbolista y el dirigente han manifestado en varias ocasiones que desean prolongar el mutuo compromiso, pero…
La realidad
Josep Maria Bartomeu habló en su momento con el centrocampista Sergio Busquets prometiendo una mejora en el contrato con la última renovación. Pero el club no ha podido cumplir, por diferentes motivos. Hasta el 30 de junio, el FC Barcelona está sometido a un control salarial que no le autoriza un nuevo gasto, lo que incluye entre otros temas, la renovación de Neymar o el frustrado fichaje de Nolito en el mercado de invierno pasado.
Hay varios de los principales equipos europeos interesados en Busquets, un futbolista de enorme caché y reconocido profesionalismo. Los grandes ingleses lo vienen tentando hace tiempo, pero el que pica en punta es el PSG francés que estaría dispuesto a pagar 100 millones por el pase, que incluiría una ficha bastante por encima de los 16 millones que ofrece pagarle el Barcelona en el nuevo contrato, una vez solucionada la veda económica.
El jugador ha dicho que no puede seguir esperando porque el tiempo pasa, los fichajes de los grandes equipos ya están en pleno hervidero de rumores y el PSG, con la Liga francesa asegurada, ya está confeccionando la plantilla de la próxima temporada. El club galo espera una respuesta inmediata por parte del futbolista y José María Orobitg, su representante, está que se lo lleva el diablo. Por más que intenta ganar tiempo, no recibe una oferta del Barcelona.
Por su lado el Chelsea, el City y el United, esperan una definición frotándose las manos, esperando que se tuerza la renovación con el Barcelona, para entrar en la disputa a sabiendas que al Barcelona, la actual plantilla se le está yendo de las manos por razones económicas. Se hace fila para renovar los contratos y hay muchos que mascullan con dientes apretados. Neymar, se irá a los 30 millones brutos por temporada, Luis Suárez que actualmente gana unos 15 millones al año pedirá otro tanto y ni hablar de la renovación de Messi que anda por los 50 millones.
Para peor hasta ahora no se concretó la operación con el futuro patrocinador de la camiseta. Existe mucho hermetismo al respecto pero aún no hay nada firmado y el contrato con Qatar expira el 30 de junio. También está el problema de la deuda que deberá reducirse dramáticamente si se pretende comenzar con la construcción del nuevo Camp Nou. En síntesis, si no hay ventas de jugadores difícilmente se pueda avanzar sobre los retos económicos que ya están en puerta.