Muestra de carácter y enorme paso

La situación no era fácil. Atlético y Real Madrid habían hecho su trabajo y esperaban una derrota del Barcelona para soñar con arrebatarle el primer puesto. Toda la presión estaba del lado “culé”, pero los jugadores supieron soportarla y terminaron festejando.

No mostró su mejor versión, ni tampoco brilló. Nada de eso. Sin embargo, no es sencillo ir al Benito Villamarín y sumar de a tres, cuando la competencia de la Liga tiene tan cerca su culminación. Punto a favor de los blaugranas, que entendieron el desarrollo del juego y en ningún momento corrieron el riesgo de perderlo.

En los primeros minutos se vio un Barca incómodo. El equipo rival lo esperó atrás, le cedió la pelota e intentó desafiarlo con contras. Salvo algunas intervenciones que tuvo que realizar Claudio Bravo, la defensa visitante pudo neutralizar bien a los atacantes locales.

El problema estaba en la ofensiva. Ante un adversario tan cerrado, había que esperar una de esas grandes conexiones entre las estrellas. La delantera MSN no parecía estar en su noche, y más cuando Lucho Suárez desaprovechó un mano a mano.

No hay que dejar de mencionar la importancia que tuvo la expulsión. Al quedarse con uno menos, el Betis resignó toda posibilidad de ataque y su objetivo principal era conseguir un punto. Si ya lo esperaba atrás, el director técnico decidió retrasarse aún más, para no dejar espacios.

Otro punto a favor fue la tranquilidad y la paciencia. Los de Luis Enrique no se desesperaron. Y bien pudieron haberlo hecho, ya que los minutos pasaban y, momentáneamente, perdían la posición de privilegio en la Liga. A base de pases y tenencia, acorralaron al verde y blanco, para luego liquidarlo.

El primer gol llegó gracias a una desatención entre Pezzella y Adán. Pero, Rakitic tuvo el mérito de haber estado en el momento justo, en el lugar indicado. El otro, una obra maestra de Lionel Messi para habilitar a su compañero uruguayo.

Así, entre falencias ajenas y méritos propios, los catalanes dieron un paso gigante hacia el objetivo más importante que queda en juego. Espanyol y Granada, las próximas dos escalas antes del festejo.