El Barcelona tiene tres partidos de vital importancia: ante el Espanyol, en el derby de la ciudad; frente al Granada, por la última fecha; y contra el Sevilla, en la final de la Copa del Rey. Demasiados compromisos para mirar hacia otro lado.
Es inevitable que los hinchas culés estén atentos a lo que pasa con el Real Madrid u opinando sobre el estilo de juego del Cholo Simeone y sus dirigidos. Está bien que así sea. Sin embargo, los jugadores blaugranas no pueden darse el lujo de desconcentrarse en su lucha por el doble título.
A lo largo de la semana, distintos futbolistas dieron su parecer ante la importancia o no de la semifinal de Champions League. Por un lado, Jordi Alba le restó relevancia y le exigió atención a su equipo en los próximos tres duelos. Por el otro, Sergi Roberto no pudo desligarse de su fanatismo y admitió sus ganas de ver una derrota de su rival directo.
No está mal que los dirigidos por Luis Enrique declaren contra el adversario de toda la vida, ni que sean sinceros a la hora de enfrentar a los periodistas. Pero, lo que no tienen que pasar por alto, es que el foco debe estar puesto en el final de la Liga y en el juego definitorio de la Copa del Rey ante los Sevillanos.
Además, si bien se quedó con un triunfo vital frente al Betis en el estadio Benito Villamarín, el Barca no mostró su mejor fútbol. La conexión MSN, que se cansó de brillar, no estuvo en su noche ideal. Es cierto que mostró carácter y nunca corrió riesgos, ya que jugó gran parte del compromiso con un hombre de más, pero tampoco fue el de otras ocasiones.
Más allá de lo que suceda con el Real Madrid, con el Manchester City o con los éxitos del Atlético del Cholo Simeone, los futbolistas blaugranas únicamente tienen que pensar en obtener un triunfo este domingo, para alegrar a sus hinchas. Una vez cumplido el objetivo, podrá mirar hacia sus costados e hinchar u optar por distintos resultados.