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Un derby, dos rivales

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Jugar un encuentro definitorio genera mucha tensión. Más si se trata de un derby, como le sucederá al Barcelona cuando enfrente al Espanyol este domingo en el Camp Nou. La tarde catalana será apasionante, pero nada fácil para el conjunto “culé”.

Se dice que los clásicos son partidos aparte. Los de Luis Enrique tienen un potencial mucho mayor que su rival, cuentan con estrellas de jerarquía y un gran funcionamiento a lo largo de toda la Liga. Sin embargo, sobran los casos en que los juegos se complican y aparecen las sorpresas.

La clave será no menospreciar al adversario. El Barca debe olvidarse que el Espanyol se encuentra en los últimos puestos de la tabla y, además, no debe pensar en lo que hagan el Atlético y el Real Madrid. Sólo debe concentrarse en una cosa: ganar. Si lo logra, se meterá medio festejo en el bolsillo.

Como se viene repitiendo en la semana, los duelos de la ciudad no han sido del todo pacíficos. Han habido “encontronazos” entre jugadores, críticas a los arbitrajes y declaraciones fuertes. En el desarrollo de los encuentros, mucha pierna fuerte y demasiada intensidad.

Entonces, ¿por qué se pueden relajar los blaugranas? No hay motivos. Deberán mostrar el mismo temperamento y las mismas ganas que contra el Betis en el estadio Benito Villamarín, junto a una cuota mayor de fútbol, para doblegar al conjunto visitante.

El “Perico” necesita un punto para salvarse del descenso. Eso es lo que va a buscar. Intentará arruinarle el festejo a su clásico, pero también irá por la unidad que lo deje un año más en la categoría más prestigiosa de España.

No convendrá entrar en el juego brusco, que seguramente propondrán los azules y blancos. Ya se vivió y se repitió en varios derbys anteriores. Los atacantes deberán estar atentos para generar juego, para asociarse y para, de esa forma, dañar a su rival.

Es cierto que el contrincante es el Espanyol. Pero, también es verdad que si el Barcelona juega como sabe y ha demostrado, tiene muchísimas chances de ganar. Por eso, los jugadores azulgranas deberán jugar, además, contra ellos mismos.