La importancia de no confiarse

Era una final. No importaba que el rival estaba en los últimos puestos. Era definitorio y, encima, un derby. No había motivo para relajarse, por más que contaba con la gente a su favor. No lo hizo y por eso salió así: 5 a 0 y exhibición.

Lo mismo tendrá que hacer por duplicado. Con hacer eso alcanzará para festejar por partida doble.  Lo bueno es que lo puede utilizar como prueba reciente. Cuando algo funciona, no hay que cambiar. En este caso, la actitud, el compromiso y la seriedad.

Desde el primer momento, el Barca se decidió a no tener problemas. Con mucha intensidad, pero sin entrar en el juego sucio del Espanyol, encerró a su rival y lo tuvo a su merced. No le dio respiro, ya que a los pocos minutos Leo había hecho una de las suyas.

El que piensa que la Liga ya tiene colores azules y rojos está equivocado. En un partido de fútbol, todo puede pasar. Sino, que alguien le pregunte al Atlético Madrid del Cholo Simeone, que dejó escapar el juego ante el Levante. Todos apostaban un triunfo Colchonero, pero sucedió lo contrario.

Que los hinchas se ilusionen, está muy bien. Que los dirigentes preparen el festejo, vaya y pase. Pero los que salen a la cancha jamás deben cometer ese error. Es simple: si salís distraído o pensando que es un trámite, cualquiera te genera una sorpresa. Como el del fin de semana pasado, hay miles de casos. Sólo hace falta echar un vistazo a la historia.

Lo peor es que una relajación y una caída significa mucho. El objetivo más grande que queda es el de ser el primero en el campeonato español. Se lo merece, ya que estuvo mucho tiempo en la cima y ha demostrado excelentes clases de fútbol. Por eso, ponerlo en riesgo por no entrar como se debe sería una injusticia para todos.

Por suerte, el encuentro contra Espanyol sirvió como muestra. Este equipo tiene funcionamiento colectivo, brilla en lo individual. Además, muestra carácter y actitud. Para ser aún más optimista,hay antecedentes que no menosprecia a los rivales y que el domingo no dejará que nadie le saque lo que debe ser suyo: la Liga.