Que Lionel Messi supere marcas, se convirtió en cosa de todos los días. Sin embargo, para disfrutar del mejor jugador del mundo es bueno detenerse a reflexionar sobre la calidad del número diez. En este caso, lo novedoso es que, con el tanto ante Espanyol, el argentino empató a Ronald Koeman en la cantidad de goles de tiro libre.
El derby estaba en pañales. El Barca comenzaba a mostrar el protagonismo, pero aún los equipos se estudiaban. Lío le dejó poco tiempo de vida a los del Perico, ya que con una extraordinaria ejecución abrió la cuenta, que luego se transformaría en goleada.
Con ese grito, el sudamericano llegó a los 23 de este estilo. Hasta el domingo, el puesto de privilegio lo tenía Ronald Koeman, uno de los lanzadores más reconocidos de la historia de la institución. La Pulga, con la exquisita definición, se le puso a la par y ya tiene en mente superarlo.
Pocas cosas se pueden criticar del astro. De todas formas, uno de los aspectos negativos que se le solía remarcar era su poca efectividad a la hora de ejecutar tiros libres. A base de entrenamiento, el “pequeño genio” dio vuelta la situación y se cansó de festejar de esa forma.
Hace pocos días, el rosarino brindó una nota en ESPN, donde habló sobre el tema. “Voy practicando sobre la marcha la manera de disparar. Me gusta más por arriba de la barrera, pero de vez en cuando intento cambiar también. El domingo me quedó justa, ni muy cerca ni muy lejos del arco”, expresó.
El del holandés y el del argentino son dos formas diferentes de patear. Messi, con más suavidad y precisión, es la pesadilla de todos los arqueros. En cambio, a Koeman todos le destacaban la potencia y el efecto, combinación letal que significó muchas alegrías para el mundo blaugrana.
Con esta igualdad en el récord, Leo demuestra que todo se puede conseguir con trabajo y que, hasta el mejor de todos, necesita seguir evolucionando. El diez no se relaja ni se queda conforme. Día a día se supera, tanto a si mismo como a las marcas históricas.