Barça Hoy

La necesidad de la conexión MSN

Cuando aparecen ellos, el juego cambia. Son los que definen los partidos y le dan brillo al funcionamiento. Cuando están finos, nadie los puede detener. Messi, Neymar y Suárez, la fórmula del Barca para ganarle al Granada y así conseguir el campeonato.

Es cierto que si uno está bien, él sólo puede modificar el encuentro. Con un movimiento, sacan diferencia y le ofrecen los tres puntos al equipo. Si ninguno está en su tarde o noche, el conjunto general lo sufre y pone en riesgo la victoria.

En el momento en que los tres aparecen en su máximo esplendor, las posibilidades de derrota o empate disminuyen. No hay quien los pare. Cuando se asocian, cuando se entienden, son el problema mayor de la defensa contraria, que nada más tendrá tiempo para  rezar.

La buena relación que tienen fuera de la cancha, también se ve adentro. Se ríen, se divierten y hacen divertir. Además, cuando dos de ellos hicieron goles, intentan que el restante convierta y lo ayudan en todo momento.

Tal es su importancia que, además de su gran presente, se van superando. Individualmente se la pasan igualando y rompiendo marcas. Lío llegó a los 500 goles, Neymar con sus tantos en el campeonato español y Suárez con sus “pókers”. En conjunto, ya dejaron atrás la suma de la temporada pasada.

Desde que coincidieron en el Camp Nou y los tres se pusieron la camiseta azul y roja, ya han logrado 249 conquistas. En la era Luis Enrique, fueron los responsables del 67.8% de los gritos. Todo una muestra de su peligrosidad y la necesidad de su funcionamiento para el bien del equipo.

Parece que el Barca ha encontrado su delantera. Después de pasar por Zlatan Ibrahimovic, Alexis Sánchez y “Tití” Henry, los sudamericanos han dislumbrado a los contrarios, a los periodistas y a la afición, que fecha tras fecha disfruta de ellos.

Servirá para el espectáculo y para el deleite de los blaugranas. Pero más será útil para un posible triunfo “culé”. Ante el nerviosismo y la ansiedad, el talento puede ser un buen método para doblegar al Granada y ser campeón de la Liga.