El sobrevuelo de la suspicacia

José Manuel González López, el técnico del Granada quiere dejar claro que no se siente aludido por el sobrevuelo de la suspicacia, con que los típicos rumores de final de temporada lo colocan en el ojo del huracán. Para evitar sospechas, presentará al equipo titular ante el Barcelona. Qué dijeron Enrique y Zizou al respecto.

Siempre salpica el final del campeonato el sobrevuelo de la suspicacia

“Si fuera otro tipo de partido daría el premio a muchos futbolistas que se lo han merecido, pero tenemos que trabajar este partido con la mayor profesionalidad posible”. Así se refirió el gaditano José González a la consuetudinaria imputación con la que se viste cada final de temporada, a los que pelean en los extremos de la tabla de posiciones: “Los jugadores del Granada van a salir al 100%, se hable o no se hable de maletines”. Y luego agregó: “Bastante prima tendría con ganar al mejor equipo del mundo”.

Los jugadores no han dudado a la hora de declarar sus favoritismos entre Barça y Madrid alimentando el sobrevuelo de la suspicacia. Hombres como Fran Rico, Barral o Jesús Fernández han reconocido, en una entrevista de MARCA, que les gustaría darle la Liga al Madrid. Los tres han pasado por el Merengue y parece imposible ignorarlo.  Por otro lado, El Arabi también ha admitido que saldrán a ganar el sábado. “Rezo por ganar este partido“.

Tanto Zidane como Luis Enrique, prefirieron no meterse en una riña y apenas hicieron una distante referencia al tema, resaltando la profesionalidad de los futbolistas: “Pongo la mano en el fuego por todos los profesionales del mundo del fútbol”, expresó Luis Enrique en conferencia de prensa.  Zidane optó por no decir nada del rival: “A mí me preocupa nuestro partido”.

Consultados sobre las primas, Luis Enrique evitó darle mayor trascendencia al asunto; Zidane, por su lado, contestó con una ironía: “No sé de qué me estás hablando”. Si el mundo fuese perfecto, si la suspicacia no existiese, lo mejor sería que no se sepa nada de maletines ni de primas, que la competición sea limpia, que el que gane o pierda lo haga sin el sobrevuelo de la suspicacia  para que la última jornada de una liga sea un regocijo para el fútbol.